TEKᕼEᑎᑌ

Hoy os traemos Tekhenu: El Obelisco del Sol (2020), un juego de Daniel Tascini traído a España de la mano de Maldito Games. Uno de los huesos duros que hemos probado este año, y muy muy entretenido.

En este juego viajaremos hasta el antiguo Egipto, a ver si me aprendo de una vez por todas los dioses egipcios (si.. soy Víctor… Andrea es divina y lo sabe todo… menos quien es Thot, Hator, Bastet…blablabla. Si no borra esto es que no me ha revisado el texto muhahaha).

Lo dicho, viajaremos al antiguo Egipto para intentar honrar a los dioses más y mejor que nadie. Nuestro objetivo es ser los feligreses más auténticos y devotos. Para eso construiremos edificios , estatuas y pilares en el templo. Mientras que construimos canteras y talleres sin perder de vista la felicidad de nuestra población.

El centro del tablero lo ocupa el obelisco que da nombre al juego y será la pieza angular sobre la que gire todo el sistema de acciones. Por un lado, es importante saber que zonas están en sombra, en penumbra o iluminadas por el obelisco porque eso determinará si los dados que cogemos son corrptos, puros, o directamente no se pueden coger. 

En cada turno, cogeremos uno de los dados que se encuentran alrededor del monumento y lo colocaremos en nuestra balanza indicando si es corrupto o puro. Y después haremos la acción del dios que se encuentre en el lado del obelisco de donde hemos cogido el dado. 

Con el paso de las rondas el obelisco irá girando y los dados pasarán de corruptos a puros o a prohibidos según toque. 

Cuando hayamos realizado 4/8/12/16 turnos, el toca el turno a la diosa Maat de juzgar nuestra alma en su balanza. Es por ello que será importante ir ajustando nuestro grado de pureza o corrupción, sin perder de vista el resto de factores. 

La complejidad del juego viene en las implicaciones que tiene cada acción de dios, que en muchos casos desencadenan micropuntuaciones, o pequeñas acciones a tener en cuenta.
En resumidas cuentas, en este juego se puntúa por todo y lo mejor es enfocarse en algo que vaya en línea con tus objetivos privados.

Se trata de un juego durete, que no es para todos los públicos pero que nosotros hemos disfrutado como niños.