En primer lugar esto no quiere decir que no nos gusten los niños. Pero es que cuando te ves rodead@ de embarazos en tu círculo de amistades siempre toca la preguntita ¿Y vosotros pa cuando? A lo que nosotros contestamos, "Tenemos un proyecto de Kickstarter que esperemos que nos llegue dentro de 10 meses" ¿Eso cuenta? Y si no, "He visto un cachorrito en el fb de una protectora, maaaaaaas mooooono..." Cada loco con su tema…
Y es que, para nosotros, nuestros juegos son como nuestros “hijos”… algún que otro favorito, un par de descarriados, otros que no paran de crecer y crecer… En definitiva una familia feliz. Con carnet de familia numerosa, por supuesto. Y nada de tener que comprar una casa más grande (por el momento…), ni una sillita para el coche… Aunque sí que necesitamos una estantería modular más alta y una mesa especial. En vez de pañales, compramos fundas para cartas. No les damos comida o cereales, pero no paramos de alimentarles con más y más expansiones… Vamos que algunos llegan hasta triplicar su tamaño en pocos meses.
Y por supuesto no nos olvidemos de las instrucciones… nuestro peques vienen con unas bajo el brazo (aunque algunas da penica verlas). Nada de tener que escuchar consejitos de Madres/ Suegras… (gloria bendita, vamos)… Escuchamos los de nuestros youtubers de confianza. .
Y por último, pero no menos importante solo juegas con ellos cuando tu quieres (aunque de vez en cuando los ves en la estantería llamándote y caes)... win-win. .
Los juegos, al igual que los peques, son el centro de atención cuando vienen amigos a casa, y ya no os contamos cuando vienen amigos con peques. El truqui de cómo mantener a salvo un tablero de Terraforming Mars de un niño de un año os lo contamos otro día.