Hoy os traemos Concilium Urbis, el nuevo city builder de Perroloko Games, pensado nada menos que para seis jugadores. Nos encanta la decisión de diseñar un juego de esta escala, que siempre hace falta algo de variedad para cuando nos juntamos muchos en la mesa. En Concilium Urbis, cada jugador se dedica a construir su urbe ideal con losetas de distintos tipos, mientras en el centro de la mesa se despliegan cartas que definen cómo se puntuará cada categoría. La clave es que esas cartas de puntuación cambian a lo largo de la partida, y aquí es donde el juego da su giro interesante: al final de cada ronda, todos votamos para decidir qué leyes se aprobarán y cuáles no, alterando así los modos de puntuación. Con esto, nunca puedes confiarte; hay que vigilar bien qué leyes benefician a los rivales y cuáles te pueden dar una ventaja.
Esa mecánica de votación le da un toque distinto a lo que conocemos de otros juegos de construcción. La estrategia no está solo en colocar losetas, sino en saber cuándo y cómo usar tus votos. ¿Mejor fastidiar al rival o potenciar tu propia puntuación? Además, algunas losetas, como las de fábricas y minas, generan energía que también puntúa en ciertas fases, añadiendo una capa extra a la planificación. Es como si Alhambra y Entre Dos Castillos del Rey Loco se mezclaran, con esa flexibilidad para organizar tus estructuras, pero con un sistema central que evoluciona y te obliga a reajustarte constantemente.Al final, Concilium Urbis se siente fresco y entretenido. Hay tensión en cada votación y un constante toma y daca en el que intentas influir sin que te vean venir. Con un arte que recuerda a las ciudades clásicas y una mecánica de construcción y votación bien ajustada, es un juego que aporta algo nuevo al género. Así que, si os gusta la gestión de losetas y un poco de política entre amigos, este juego promete muchas sesiones intensas y partidas ajustadas.
𝙸𝚖𝚊𝚐𝚎𝚗𝚎𝚜 𝚍𝚎 𝙴𝚕 𝙼𝚎𝚎𝚙𝚕𝚎 𝙾𝚜𝚌𝚞𝚛𝚘.