viernes, 17 de marzo de 2023

ᑭᒪᗩᑎET ᗷ

Hoy os traemos nuestras impresiones de Planet B, un juego de Johannes Natterer, y traído a España de la mano de DEVIR.


Estamos ante un eurogame de corte económico con "gestión política" en el que, de 2 a 4 jugadores, intentaremos maximizar la rentabilidad de nuestros edificios mientras procuramos ser escogidos como presidentes en cada una de las votaciones que se producen. 


Cada mandato de presidente dura hasta la siguiente votación y, mientras tanto, éste podrá dictar leyes que afectarán de forma inmediata a todos los jugadores. Estas decisiones son muy chulas y no son especialmente dañinas, por si eso es un impedimento para alguno de vosotros.

En cada turno, los jugadores irán colocando un maletín en la ubicación que quieran utilizar. Cuando esa ubicación se complete, se dará la vuelta a la loseta o se pondrá una nueva y se desencadenará un avance hacia la próxima votación del congreso.


Esta es la forma que tiene el juego para ir avanzando hasta que se coloca la ultima carta de ubicación y eso desencadena el final de la partida.

El juego nos ha parecido divertidísimo (lo hemos jugado a 3 siempre). Lo hemos disfrutado como enanos, pero reconocemos que tiene mucho AP y eso puede echar para atrás. Las ubicaciones tienen varias acciones que a su vez pueden desencadenar más acciones, lo cual para combar está muy bien pero para el entreturno puede ser duro.

Hasta a aquí las palabras de Victor, 𝘈𝘯𝘥𝘳𝘦𝘢 𝘪𝘴 𝘤𝘰𝘮𝘪𝘯𝘨.

Os voy a ser sincera, yo la primera partida no la disfruté mucho. Al jugar a tres jugadores, el tercero (que era yo) está totalmente vendido en la selección de acciones si todos van a desencadenar votaciones. El entreturno fue eterno, porque mientras Victor hacía combos espectaculares a mi me llegaban las migas. 


En cuanto a la gestión política (¿os habéis fijado en las comillas?) consiste en que algunas acciones te permiten meter tokens de votos en una bolsa que cuando se desencadena la votación se van sacando al azar. Es una de las partes más graciosas del juego e influye mucho el azar, si tenéis manitas de cerdo como yo la lleváis parda. Pero que os quede claro, el Catán tiene más política que Planet B.

La segunda partida fue mucho mejor, pero porque decidimos intentar saltarnos la limitación del tercer jugador. Es como jugar a Dominion y prohibir la estrategia Big Money. Lo que de verdad disfruté fue el diseño y las ideas en la cartas, el desarrollo de la civilización es muy muy divertido, mi misión fue crear la editorial de juegos de mesa y publicar la nueva edición de Carcassonne 😏😏

𝙸𝚖𝚊𝚐𝚎𝚗𝚎𝚜 𝚍𝚎 𝙴𝚕 𝙼𝚎𝚎𝚙𝚕𝚎 𝙾𝚜𝚌𝚞𝚛𝚘.

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