ᑕᕼᗩᖇTEᔕTOᑎE

 Érase una vez una pequeña aldea llamada Barrancoverde donde sus habitantes intentan convivir entre ellos mientras cumplen los designios del rey eterno. (¿se puede tener más azúcar glass en la descripción de un juego…?).

Puestos en situación, estamos ante un juego tipo legacy, comenzando la campaña con la construcción de nuestra aldea y unos pocos oficios que iremos ampliando y mejorando con el paso de las partidas. Pero ¡OJO!, la aldea es de todos, un poquito de civismo por favor (Como dijo un sabio “es el vecino el que elige al alcalde, y es el alcalde el que quiere que sean los vecinos el alcalde”).

Y es que Barrancoverde está dividido en 6 “distritos”, cada uno de los cuales es propiedad de un jugador. Pero eso no quita que podamos usar sus oficios para mejorar nuestra zona (ósea, que no están confinados). Aquí no hay aranceles, lo mío es tuyo y lo tuyo es mío, pero cuidado, que cada zona tendrá su especialización en pro de conseguir que Barrancoverde se convierta en una ciudad prospera.

Como hemos dicho, con cada partida la ciudad ira creciendo (me tengo que morder la lengua para no hacer spoilers), y además, el rey eterno puede que esté contento con nuestro desempeño… o no. Lo que hará que ocurran diferentes acontecimientos que afecten al transcurso de la partida. ¿Seréis más de peloteo o de plantarle cara?

Aunque algo escaso al principio en cuanto a instrucciones se refiere, un aspecto bastante chulo del juego es el reglamento, cual álbum de cromos, en el que iremos pegando las nuevas reglas y la crónica de nuestra ciudad (A quien no le gustaba un buen “sile, nole”?).

Un juego de mecánicas muy sencillas, fundamentalmente de colocación de trabajadores y gestión de mano. Donde lo más importante es vivir la experiencia y dejarse sorprender. Estamos convencidos de que lo conseguirá.

Lo recomendamos para: grupos de 5-6 personas. Nosotros lo jugamos en pareja y creemos que no pudimos explotar al máximo el juego. Si pudiéramos cambiar algo habría sido justo eso.

No lo recomendamos para: gente que no tenga un grupo de juego fijo. Es muy importante mantener a las mismas personas para el desarrollo de toda la campaña.